Normalmente el cuidador y en especial el que se hace cargo de un enfermo terminal o de un enfermo con un deterioro progresivo sin solución como el Alzheimer, necesita una atención igual o incluso mayor al propio paciente ya que la responsabilidad adquirida es enorme y uno quiere llegar a todo, lo cual en la mayoría de las ocasiones es imposibles.
¿Cuáles son las señales que nos advierten que el cuidador está entrando en un estado no saludable?
¿Cuáles son los síntomas cuando se está perdiendo la salud?
Detectar a tiempo que se está perdiendo la salud es básico para tomar las medidas que sean necesarias. Hay algunos síntomas que son indicativos inequívocos de que has de cambiar tu manera de hacer las cosas. Estos son los principales:
- Apatía. Si te notas apático o alguien te indica que tu carácter es diferente, tómatelo como una señal de alarma.
- Menor paciencia. Otro de los síntomas es la pérdida de la paciencia.
- Preocupación. Si notas que te sientes más preocupado por cosas que antes no te afectaban, es posible que estés padeciendo estrés o agotamiento.
- Cansancio. Si te notas sin fuerzas o te duermes en casi cualquier lugar, es una señal de cansancio excesivo.
- Dolor. Sentir dolores musculares o de cabeza constantemente puede estar detrás del cansancio.
Estos son solo algunas de las manifestaciones
¿Qué se puede hacer?
- Se realista fíjate un objetivo al que puedas llegar sin perder la salud y no te culpes por ello.
- Desahógate busca ratos de charla o bien con un amig@ o bien con un profesional. Existen también grupos de apoyo, cuidados paliativos, etc.
- Procura encontrar un ratito cada día para hacer deporte y liberar la adrenalina que llevas dentro.
- En el caso del Alzheimer o la demencia ¡no culpes al enfermo! No sabe lo que hace no le exijas que se comporte de modo habitual porque solo te desquiciara, acepta que no es la misma persona e ignora aquellos comentarios que puedan ser hirientes porque sabes que no son intencionados, ¡darle vueltas solo te va a desgastar!
- No quieras hacerlo tod@ sol@ pide ayuda, delega te sorprenderías de ver cuánta gente te regalaría un tiempo para ver si así te sientes mejor. Jamás te compares con nadie cada uno hace las cosas lo mejor que puede y en esto cada persona tiene una resistencia y una personalidad y sensibilidad diferente y por último y no lo olvides nunca que si no te cuidas a ti mismo primero, es imposible que puedas ayudar a nadie más.
En próximos post nos adentraremos más en cuidadores de enfermedades concretas ya que estos consejos generales varían también en función de la patología del paciente.
Muchas gracias, solo quédate con: ¡cuídate tu primero y cuidarás mejor de tu ser querido!